
En vísperas del 9 de mayo (de 1945), día de la Victoria de Rusia sobre la Alemania nazi, los peligros de una escalada mundial bélica son inimaginables, que podrían ser de niveles apocalípticos, en el contexto de la guerra entre Rusia y Ucrania. Desde hace más de 60 días se lleva a cabo los combates, no sólo en el este de Ucrania sino en varias ciudades donde las tropas de la Federación de Rusia libra una batalla por la desmilitarización y desnazificación de Ucrania, que involucra a otros actores en la sombra como la Unión Europea, la OTAN y EEUU.
Para explicar mejor este escenario vamos a ilustrar los orígenes de esta guerra.
Orígenes del conflicto entre Rusia y Ucrania
1.- En el año de 1956, el Presidente de la URSS Nikita Jruchev, obsequió a Ucrania la Península de Crimea. Por aquel año, el líder sovietizo tuvo un protagonismo en la Crisis de los Misiles en Cuba, en 1962, y la Insurrección de Praga, en 1961.
2.- En el año 2008, el Presidente Barack Obama gana las elecciones presidenciales en USA, cuyo Vicepresidente fue Joe Biden. En el 2012, cuando Obama es relegido Presidente de EEUU, Biden fue otra vez su Vicepresidente, hasta allí todo bien en la arena mundial.
3.- En el año en que se celebra la Eurocopa Ucrania–Polonia, el hijo del Vicepresidente de USA, Hunter Biden, es nombrado Director de una petrolera norteamericana en Kiev.
4.- En diciembre de 2014, en la plaza de la Independencia, ocurrió masivas protestas de descontento popular, alentadas por golpistas opositores, debido a la negativa del entonces Presidente de Ucrania, Víctor Yanucovich, a adherirse a la Unión Europea y, por consiguiente, a la OTAN. En esa circunstancia, unos francotiradores dispararon contra los manifestantes y resultan asesinadas 100 personas, lo que desembocó en un golpe de Estado.
5.- En ese contexto, Yanucovich se vio obligado a asilarse en Rusia. Mientras tanto, se convoca a elecciones en Ucrania donde resulta electo el oligarca ucraniano Petro Porochencko, y se instala en Kiev una junta de gobierno.
6.- Sin embargo, en marzo del 2014, de ese mismo año, en las regiones del Donbass, se inician protestas separatistas. Las provincias de Donetsk y Lugantsk ya no deseaban más formar parte de Ucrania, lo que, del brazo del brazo con la historia, dio inicio al holocausto del Donbass, propiciado por el régimen de Kiev.
7.- La anexión de la península de Crimea a la soberanía de la Federación de Rusia, mediante un referéndum, en que el 98 % opto por la adhesión, es un hito histórico mundial; pero para Kiev fue un acto que estaba al margen del Derecho Internacional, y esto dio lugar a la insurgencia de las regiones del este de Ucrania. Así se inician los combates en Donbass.
8.- En 2014 y 2015, en Ginebra y Viena, se dio inicio a los acuerdos de Minsk (Bielorrusia), Francia, Alemania y Ucrania con Rusia. Fueron importantes negociaciones. Pero, mientras tanto, EEUU daba órdenes a la OTAN a fin de armar a Ucrania para una guerra con Rusia.
9.- En 2016, Rusia inicia su apoyo militar al gobierno sirio de Bashar al Assad para eliminar el terrorismo internacional del Estado islámico, liberando las zonas de grupos extremistas en el país árabe.

Debido a las evidencias del desarrollo del fascismo y el radicalismo anti ruso sin precedentes, alentados, abastecidos y armados por la OTAN, luego de esperar pacientemente durante ocho años un diálogo de paz con Ucrania y la OTAN, el Presidente de la Federación de Rusia tomó la decisión más difícil de su vida: entrar en territorio de Ucrania con el objetivo estratégico de desmilitarizar y desnazificar el país eslavo, además de reconocer la soberanía de las regiones del Donbass, que tomó por sorpresa al mundo.
El Kremlin llevó a cabo una “Operación militar especial”, lanzada el día 24 de febrero del 2022, que consistió en la incursión de tropas militares rusas en gran parte de los objetivos militares de Ucrania: bases navales, aéreas e infraestructura militar del país eslavo.
Es una guerra impresionante con demasiado derramamiento de sangre entre militares y civiles, en Donestk, Luganstk, Mariupul, Jarkov, Kgherson y en otras ciudades, cuyos puntos militares son el blanco de bombardeos por la artillería rusa, y las tropas del régimen de Kiev han usado cobardemente a la población civil como escudo, colocando sus tanques de guerra en zonas residenciales.
Particularmente, puedo señalar que es una guerra absurda entre dos países, hermanados por una lengua, una etnia y una religión, alentada por Occidente. Es una escalada de violencia con pronóstico reservado, y ella escalaría aún más si se usarán las armas nucleares que podría destruir una cuarta parte del planeta, pero el Kremlin no las ha usado todavía.
La Economía Mundial se ha visto perjudicada en cuanto al sector energético global y en los metales, que han subido bruscamente sus precios, en los mercados internacionales. Eso no es todo, Bruselas y USA han impuesto sanciones económicas a Rusia, pero no han hecho daño en la economía rusa. Esto podría representar un peligro que puede adquirir un efecto bumerang en perjuicio de la Unión Europea y EEUU, poniendo en riesgo el sistema financiero mundial, y en este contexto la República popular de China (aliado de Rusia) podría extender aún más su supremacía económica global.
En este escenario mundial, la hegemonía energética de Rusia en Europa es vital, pues casi el 30 % de su producción está destinada a la Unión Europea cuyo pago deberá abonar en rublos, debido a las sanciones que ésta ha impuesto sobre Rusia. Por ello, este país mueve el tablero en cuanto al sector energético mundial y la economía global, en un contexto en que los mercados internacionales están preocupados por el alza del crudo. Es más, los países productores de Petróleo (OPEP) tienen a la Federación de Rusia como veedor, por lo que tanto los países árabes como los Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Arabia Saudita, apuestan por la propuesta del Kremlin.

Dentro de un análisis geopolítico y geoestratégico de la crisis de seguridad internacional, por efecto de la guerra entre Rusia y Ucrania, Moscú puede convertirse en la primera potencia mundial en el terreno militar y nuclear, debido a que su “Operación especial militar” está demostrando tácticas exitosas de guerra no convencionales de alto impacto.
Es más, la Federación de Rusia está aplicando los Principios de la Convención de Ginebra, por la cual se debe cautelar la vida de los prisioneros de guerra rendidos, situación que no es similar a la del régimen de Kiev, en la que las tropas de Zelensky no está respetando el Derecho Internacional Humanitario al no proteger la vida de los prisioneros de guerra de Rusia.
Ahora bien, en ese fuego cruzado entre las dos partes, preocupa la situación dramática y trágica de la población civil ante los intensos bombardeos. Esta situación debería obligar a la Comunidad Internacional a través de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el Consejo de Seguridad, a convocar con suma urgencia a las partes en conflicto para poner de inmediato fin a la guerra, pero hasta ahora no lo hace. De esto se desprende que la UE y EEUU apoyan la militarización de Ucrania y su neonazismo.
Por el contrario, en medio del conflicto, no solamente se ha producido visitas express de la Jefa de la Unión Europea y del Primer Ministro del Reino Unido Boris Jhonson al gobierno de Ucrania, sino que, también, éstos lo están abasteciendo y armando con material de guerra aéreo y artillería pesada, lo cual no contribuye a las negociaciones para un alto al fuego.
Pero, por otro lado, están las posturas de Hungría, Turquía, India, Irán, China y parte de medio oriente, que apoyan indirectamente la Intervención de Rusia para desmilitarizar al país eslavo y combatir el nazismo.
En este contexto internacional, se debe tomar en cuenta que la OTAN (la alianza intergubernamental, de seguridad colectiva, creada por el Tratado de Washington en 1949) no tiene razón de ser, habida cuenta de que ya no existe sus objetivos iniciales que, tras la Segunda Guerra Mundial, era proteger a los países de Europa Occidental de la supuesta amenaza que suponía la Unión Soviética y contrarrestar la “expansión del comunismo”. Actualmente no existe la URSS ni el comunismo cuya supuesta amenaza justificaba la existencia de la OTAN. Sólo existe la Federación de Rusia que tiene un sistema democrático y liberal.
No obstante, la OTAN se muestra hostil a la Federación de Rusia y China, que no sólo son miembros natos del Consejo de Seguridad de la ONU, sino que además conforman bloques multilaterales como la APEC, BRICS, G- 20 y G- 7; lo cual hace que Rusia sea un actor protagónico no sólo en las Relaciones Internacionales, sino también en su desarrollo energético– industrial, derivando de ello una supremacía energética en todo el viejo continente.
El temor de USA a la Federación de Rusia se puede constatar en el libro “La Diplomacia” y “Nuevo Orden Mundial”, escrito por Henry Kissinger, ex diplomático y ex Secretario de Estado Norteamericano. En él se detalla exactamente los peligros de una Rusia poderosa en el Siglo XXI, por lo que EEUU pretende instaurar un nuevo orden internacional con un solo gobierno en el planeta.

Los planes oscuros de USA son evidentes, pues, pese a que el mundo está saliendo de una pandemia, EEUU estimula una guerra a gran escala entre Ucrania y Rusia, tratando de convertir, de alguna manera, a Ucrania en un nuevo Afganistán. Mientras tanto va ganando tiempo para imponer su fuerza mediante la OTAN, en favor de sus intereses, de acuerdo con su política exterior expansionista. En nombre de la libertad y la democracia, genera la conflictividad bélica para sus planes siniestros.
En ese marco internacional, entendemos que Moscú no está dispuesto a tolerar ese plan imperial, y, a fin de salvaguardar sus intereses, ha puesto en marcha la “Operación Militar Especial” que trata de desmilitarizar y desnazificar a Ucrania. De ahí que Rusia está atenta a un posible avance a sus fronteras de arsenal nuclear balístico de gran alcance, que, desde ya, es una clara provocación y amenaza yanquis no sólo contra la seguridad de Rusia, sino también contra la del resto del mundo.
Así pues, desde la perspectiva del suscrito, llegamos a la conclusión de que la solución al problema de la guerra está en la rendición del Presidente de Ucrania Volodimir Zelensky, y en que, para evitar más derramamiento de sangre, masacres y crímenes de guerra, y en aras de la paz y la libertad del pueblo ucraniano, debe realizarse elecciones libres y justas para que el pueblo ucraniano decida su propio destino. Y en este escenario, las tropas rusas tendrían que abandonar la intervención armada, iniciada el 24 de febrero.
Sin lugar a dudas, el mundo desea la paz, y para esta causa, los actores internacionales (desde la Diplomacia mundial, el Papa, la ONU, la Cruz Roja Internacionales, Amnistía Internacional y los medios de comunicación del mundo) deben sumar esfuerzos mediante posiciones convergentes que lleven a un desarme inmediato para generar confianza en Europa del Este.
No es bienvenido seguir armando a Ucrania por la frontera de Polonia, pues ello traería más confrontación que la ya existente. Debiera primar el principio del Derecho Internacional, donde la ONU no se exhiba como un organismo multilateral débil, sino que, a través del Consejo de Seguridad, haga cumplir con autoridad las normas internacionales y asegure el cese de las hostilidades en Ucrania; y ponga fin a la guerra como base del principio de coexistencia pacífica, para el mantenimiento de la paz en el mundo.
Así pues, en el contexto de la política exterior de Rusia, la “Operación Especial Militar”, al parecer, ha sido una estrategia muy bien pensada por el Presidente de la Federación de Rusia Vladimir Putin. Todo avizora que, el 9 de Mayo, en el día de la Victoria y en la parada militar, en la Plaza Roja, Putin anuncie una gran ofensiva sobre Ucrania para neutralizar a los jefes de la OTAN, que se encuentran acantonados en la fábrica de acero Azovsal, donde ya se habla del arresto de dos generales de USA y de Canadá, capturados en Moscú, según los medios internacionales.
Lima, 3 de mayo, 2022.
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*Internacionalista. Presidente Ejecutivo del Centro Nacional de Altos Estudios de Petróleo (CENAEP). Embajador para la Paz Mundial.