Nace un nuevo orden internacional multipolar

En una operación militar de alto impacto de misiles, sin precedentes, el Jefe del Kremlin, Vladimir Putin, asestó sendos bombardeos en la infraestructura militar, energética y eléctrica de Ucrania, con el objetivo de detener el ingreso de armas en Ucrania, por Europa del este y la frontera de Polonia.
Pero, al mismo tiempo, la OTAN que abastece de material de guerra sofisticada al gobierno de Ucrania, está evaluando si seguirá manteniendo relaciones económico-comerciales con el gobierno de Rusia. Mientras tanto, el Senado norteamericano está incómodo por la prestación de armas de largo alcance por la OTAN al régimen de Kiev, porque esto genera un gasto extraordinario a la USA. Además, las sanciones económicas contra Rusia no están funcionando; más bien, esto tiene un efecto bumerang.
Bajo este enfoque global sobre la intervención armada de Rusia en Ucrania, mediante bombardeos aéreo y marítimo selectivos, el Presidente Putin dio un mensaje claro al régimen de Zelenski y al mundo, que no se puede atacar la soberanía de Rusia (objetivos que constituyen la infraestructura), porque eso pone en riesgo la seguridad de la población civil (el caso del puente de 19 Km que une a Rusia Continental con Crimea).
Es así que el 10 de octubre por la madrugada, el Presidente de la Federación de Rusia nuevamente sorprendió al mundo con otra Operación Especial Militar asestando un duro golpe a las zonas de infraestructura militar de Ucrania, lo que se ha dado en llamar “Operación contra el fascismo focalizado y la desmilitarización del régimen de Zelenski”.
No obstante, pero es importante señalar que la Carta de las Naciones Unidas debe deplorar todo ataque sistemático, además de hacer prevalecer la Convención de Ginebra, a fin de poner a buen recaudo a la población civil y a los prisioneros de guerra que se rinden en tiempos de conflicto bélico.
El conflicto bélico entre Ucrania y Rusia tiene sus razones en el interés de Estados Unidos de debilitar a Rusia. Todo empezó en el año 2014, en que, mediante revueltas y golpe de Estado, estimulados por EEUU, fue derrocado el Presidente de Ucrania, Víctor Yanukovich. Durante el gobierno de facto, en Kiev, en el año 2014, no fue casualidad la presencia del ex senador Jhon Mackhey, Joe Biden cuyo hijo, Hunter Biden, fue incluso Director de una compañía Petrolera en Kiev. Esto delata la presencia de EEUU cada vez más visible en Ucrania.

Como consecuencia de ello, las regiones del Donbass, Luganstk y Donestk, se autoproclamaron independientes al régimen de Kiev que ordenó a las fuerzas armadas de Ucrania masacrar a la población civil que, desde entonces, resistió con heroísmo en defensa de su libertad.
En este contexto Global, en marzo del 2014, mediante un referéndum histórico promovido por el Presidente de la Federación de Rusia, ganó el sí a la anexión de la península de Crimea a Rusia cuya votación abrumadora fue más del 96%. De manera que, por el principio de la libre determinación de los pueblos, la isla pasó a plena soberanía de Rusia.
No obstante, una parte de la Comunidad Internacional condenó este acto democrático, que la prensa internacional deformó manipulando la información, lo cual ha generado un desconcierto en la opinión pública internacional.
En este escenario, renace la OTAN que ha pretendido hacer contra Rusia como lo hizo contra los países de Yugoeslavia, Irak, Afganistán, Libia, a los que la alianza Atlántida invadió y a cuya población masacró. Con ese objetivo maléfico, esta vez, desplegó mercenarios, neonazis y material de guerra, en la frontera con Rusia.
Para defender y proteger sus fronteras, desnazificar y desmilitarizar a Ucrania, armada por Occidente con el propósito de desafiar a Rusia, este país inició una operación militar especial, el 24 de febrero de este año contra el régimen de Ucrania.
Desde entonces, se ha desarrollado el conflicto armado entre ambos países eslavos, en que el alto mando militar de Rusia informó que el gobierno de Putin ha neutralizado el poderío militar del régimen de Kiev, a saber: sus bases aéreas y marítimas. El ataque estuvo focalizado a la infraestructura militar de las fuerzas armadas de Ucrania.

Esta situación fue un pábulo para que, desde Bruselas, Europa y Occidente sancionaran a Rusia, pero, al mismo tiempo, en respuesta, el Presidente de Rusia, le ha cortado el suministro de gas a toda Europa. Por lo cual, las sanciones contra Moscú han sido mucho más fuertes, pero eso fue tan peligroso que se convirtió en un bumerang para toda Europa.
El escenario de los frentes de campaña son lamentables por ambos bandos. Uno de los bastiones militares de Ucrania era la ciudad de Mariupol, donde una inmensa cantidad de mercenarios fueron abatidos por las fuerzas armadas de Rusia. Este hecho ha causado mayor cantidad de refugiados y desplazados de la población civil de Ucrania a todo el mundo.
Rusia se fortalece aún más, porque más regiones masacradas por el gobierno de Ucrania ven en Putin el defensor de la libertad, y, por ende, Luganstk, Donestk, Zapariya y Kherson, se incorporan automáticamente a soberanía de la Federación de Rusia, después de un referéndum, por el principio universal de la libre determinación de los pueblos. En tal sentido, el 30 de setiembre de 2022, el Presidente ruso, en el Palacio del Kremlin, firmó el decreto de esa incorporación. Así, Rusia recupera sus antiguos territorios de la antigua URSS, perdidos por culpa de Gorbachov, influido por los EEUU.
En este contexto internacional, la violencia ha escalado cada día más, de tal manera que Rusia ha movilizado adicionalmente a más de 300, 000 personas a quienes ha puesto bajo las órdenes del mando militar con el objeto de entrenarlos para ir a luchar al frente de batalla. Es sabido que Rusia tiene más de dos millones de reservas militares para hacer frente a cualquier movimiento de la OTAN.
NI la diplomacia mundial ni la Organización de las Naciones Unidas ni Suiza y Austria, ni Alemania y Francia, han contribuido al diálogo entre Rusia y Ucrania para la paz. Eso ha estimulado el avance de las tropas rusas y la escalada de violencia por parte del Presidente de Ucrania, Zelensky.
El poderío militar de Rusia, la ex URSS, se explica, entre otras razones, por las siguientes razones históricas:
Rusia le ganó la batalla a Napoleón Bonaparte en 1812, cuyas tropas francesas salieron derrotadas y congeladas.
La 1ra Guerra Mundial y la Revolución rusa (1917).

En la 2da. Guerra Mundial, luego de librar grandes batallas, la Unión Soviética (Rusia) expulsó y aniquiló al invasor alemán fascista, hitleriano, y liberó a ciudades como Stalingrado, Kurst, Kiev, Budapest, Bratislava, Varsovia, Praga, Bucarest, Sofia, etc. Eso no es todo, el Ejército Rojo tomó Berlín en abril de 1945 y salvó al mundo. El costo de esa hazaña heroica fue la pérdida de 27 Millones de hombres y mujeres.
Y hoy se quiere revivir nuevamente el nazismo entre los grupos radicales de Ucrania, la OTAN, fuerzas ocultas del mal.
En 1988 se produce la retirada de las tropas de la URSS de Afganistán,
En 1991 se desintegra las URSS.
En 1995 se inicia la guerra en Chechenia.
En el año 2000 culmina la guerra en Chechenia.
En el año 2016, Rusia apoya al gobierno de Bashar al Asad para combatir al Estado islámico, derrotándolo.
De estas premisas podemos deducir que Rusia, en términos militares, está preparada para grandes retos, además de disponer de ojivas nucleares y bombas de hidrogeno. De ahí que es vital una diplomacia disuasiva que ponga fin al conflicto entre ambos países. EEUU y la OTAN no están interesados en ello; por el contrario, echan gasolina al fuego apoyando a Ucrania, pese a que, según los acuerdos internacionales, después de la 2da Guerra Mundial, no pueden acercarse más en aquellos territorios que antes fueron soviéticos.
Mientras escribo este artículo, me viene a la memoria, lo siguiente: nunca imaginé que una bella ciudad como Kiev, donde me formé profesionalmente, y otra metrópoli como Moscú donde viví un año, serían el epicentro de una guerra entre casi hermanos (comparten el mismo Idioma, la etnia y religión), de cuyo arte, literatura, historia y Cultura tengo bellos recuerdos, y al mismo tiempo, tristeza.
De otro lado, es condenable el atentado contra el puente de 19 Km de largo en Crimea, lo cual es una agresión directa contra el Kremlin, una declaración de guerra directa.
El problema del Presidente Zelensky se complica con la escalada de la violencia; sus proyecciones sobre un alto al fuego se ven muy lejanas, en la medida en que insiste -junto con sus aliados, mercenarios de la OTAN-, en atacar a la población civil de las nuevas regiones soberanas ahora pertenecientes a Rusia, aunque la comunidad internacional dice abogar por la paz mundial. No obstante, la Unión Europea se ha dividido por razones energéticas (gas natural).
En otro aspecto de carácter geoestratégico, el Presidente de la Federación de Rusia tiene como aliados al grupo de los BRICS, EUROASIA, los países como la India, Turquía, Irán, Bielorrusia, Sudáfrica, Brasil, Siria y parte del Medio Oriente. A ellos se suma la presencia de la China Continental, aliada estratégica en todos los niveles: comerciales y económicos, con una agenda global hacia el 2040.

En cuanto a las relaciones internacionales, en un contexto de seguridad internacional, está en cuestión la paz mundial. En el escenario bélico, las armas nucleares y los misiles intercontinentales, constituyen una amenaza a la seguridad global. No obstante, el Consejo de Seguridad de la ONU, no se ha reunido de emergencia para imponer la paz, pese a la experiencia trágica en la que en 1945, EEUU bombardeó poblaciones civiles de Hiroshima y en Nagasaki, arrojando dos bombas atómicas por orden del Presidente Harry Truman.
Es por ello, como dice el magnate de USA, Eliott Musk, en el contexto de la economía global, en tiempos de guerra, ésta tiene que terminar cuanto antes con negociaciones en las que la península de Crimea se quede en soberanía del Kremlin. Los actores: Francia, EEUU, Reino Unido, Rusia y China tienen la última palabra. La humanidad y la comunidad internacional sólo desean la paz. Tenemos la esperanza en una luz que proteja a todo el planeta de armas químicas, biológicas y nucleares.
Finalmente, la ex canciller de Alemania, Ángela Merkel, ha declarado que sin Rusia es imposible una paz global, y que invoca al dialogo a fin de que ambas partes puedan encontrar algún punto de entendimiento. Bielorrusia también está preocupado cuyo Presidente, Alexander Lukachenko, ha llamado a la tranquilidad, y denunciado que Lituania, Polonia y Ucrania estarían preparando ataques terroristas en su país. Este posible hecho complicaría mucho más la situación en Europa Oriental.
*Internacionalista. Presidente Ejecutivo-CENAEP.
Embajador para la Paz Universal.
Escrito en Lima, el 11 de octubre del 2022