Elecciones regionales y municipales 2022

A pocos días para la realización de las elecciones regionales y municipales en el país, el escenario político en Ayacucho muestra tres hipotéticos pactos infames: 1) pacto del fujimorismo con Wari Llaqta; 2) pacto del Jurado Electoral Especial de Huamanga con Wari Llaqta; y, 3) pacto de Carlos Rúa, gobernador regional, y Yuri Gutiérrez, alcalde de Huamanga, con la organización política Wari Llaqta. Por cierto, cada pacto involucra una serie de intereses económicos y no económicos en juego, teniendo como protagonistas a determinados actores que se mueven en función a sus propios intereses.
En la región Ayacucho, y acaso en otras regiones del país, se percibe un despliegue claro del fujimorismo por llegar y/o controlar el sillón regional. Los “naranjas” saben que todo el sur del Perú no sólo le es ajeno a la derecha, sino también a la mafia fujimontesinista que por casi una década saqueó el erario público. Bajo este contexto, resulta clave – de cara a una eventual vacancia presidencial o a un adelanto de elecciones generales – controlar gobiernos regionales, con el propósito de acumular el capital que permita a su lideresa Keiko Fujimori llegar a Palacio de Gobierno.
Ahora bien, ejercer el control de un gobierno regional o municipal no necesariamente supone tener a un militante naranja como gobernador o alcalde. Mantener el control de la organización política partidista, invertir en campaña electoral, infiltrar supuestos equipos técnicos, tejer redes para negociar licitaciones y contratos públicos, son mecanismos que bien gestionados permiten controlar y maniobrar a un gobernador o alcalde, de tal forma que se configura un poder en la sombra dispuesto a instaurar un gobierno ineficiente, inepto, corrupto, carente de valores democráticos.
Hay razones para presumir que el fujimorismo desea controlar el gobierno regional de Ayacucho y la municipalidad de Huamanga, y así contar con una gestión alineada durante los próximos cuatro años. Esperanza Rojas, dueña, líder y fundadora de la organización política que postula a Wilfredo Oscorima al cargo de gobernador regional (antes TEPA, hoy Wari Llaqta) aparece en registros visuales con pesos pesados del fujimorismo como Cecilia Chacón, Marco Miyashiro, entre otros. Si en el funesto ochenio de Oscorima el papel de Esperanza Rojas se limitó a consultorías con el gobierno regional para la elaboración de perfiles y estudios de inversión, en un supuesto tercer gobierno de aquél, su plan consistiría en tomar por asalto el control del gobierno regional, con la finalidad de ponerlo a disposición de la alta dirección naranja.
Al fin y al cabo, el vínculo entre Wilfredo Oscorima y Esperanza Rojas no es nuevo. Es más, hay cierta coincidencia en el origen de sus fortunas y la forma en cómo han llegado a ser prósperos empresarios. De un modesto personal de servicios de salas de juego en Lima, Oscorima se convirtió en dueño de tragamonedas. Asimismo, de una modesta cambista de dólares, Esperanza Rojas llegó a ser empresaria y/o representante de empresas vinculadas al mundo de la construcción e ingeniería.
Si verificamos otras listas electorales, comprobaremos que el fujimorismo está infiltrado en el Pico, a través de Joaquín Dipaz, ex congresista naranja y ahora candidato a la Municipalidad distrital de Ocros, y en GANA Ayacucho, a través de Germán Martinelli. Hay evidencia fotográfica de Martinelli con Esperanza Rojas, siendo crucial no perder de vista la otrora relación de José Urquizo, candidato a la primera regiduría, con Juan Luis Cipriani, personaje sumamente querido por el fujimorismo.
En cuanto al segundo pacto infame, la población ayacuchana ha podido advertir el comportamiento deleznable del Jurado Electoral Especial de Huamanga. Este ente electoral, presidido por Aníbal Egusquiza Vergara e integrado por Juan Guzmán Aparco y Vania Carrasco Gutiérrez, ha sido demasiado complaciente con las tachas y solicitudes de exclusión de candidatos pertenecientes a Wari Llaqta. Así, en el caso de Wilfredo Oscorima, el JEE Huamanga declaró infundadas dos tachas, y hasta el día de hoy no se pronuncia por tres solicitudes de exclusión que demostraron omisión en la declaración jurada de hoja de vida del referido candidato, al no declarar una sentencia penal impuesta por el 33 Juzgado Penal de Lima y 4 demandas laborales en su contra.
La reputación del JEE Huamanga se fue al piso con su vergonzosa Resolución 1841-2022-JEE-HMGA/JNE, publicada en la plataforma del JNE el pasado 09 de setiembre. En dicha resolución, la autoridad electoral reconoce que el candidato de WariLlaqta a la Municipalidad Provincial de Huamanga, Luis Ledesma Estrada (natural de Pasco), omitió mencionar en su hoja de vida una sentencia que declaró fundada una demanda de obligación de dar suma de dinero interpuesta contra él. Sin embargo, el JEE decide no excluirlo de la contienda electoral por vencimiento de plazo, pese a que la solicitud de exclusión fue presentada dentro del plazo que la autoridad electoral tenía para resolver. Es más, si el plazo estaba vencido, ¿por qué el JEE Huamanga dispuso la fiscalización de su hoja de vida el 19 de agosto, es decir fuera del plazo?, ¿por qué el jurado electoral el 20 de agosto, fuera de plazo, solicitó el descargo del candidato?
Bajo este razonamiento, todas las solicitudes de exclusión presentadas el 10, 14, 15, 17 o 18 de agosto, no las van a amparar, pese a la contundencia de los argumentos, o sencillamente no se va a pronunciar, tal como está sucediendo hasta hoy con los 3 pedidos de exclusión que comprometen la candidatura de Wilfredo Oscorima. Ciertamente, los miembros del JEE Huamanga deben ser denunciados por dicho comportamiento, pues son los primeros responsables de que una jurisdicción elija a candidatos que se presentan a elecciones vulnerando normas que rigen el proceso.
Finalmente, se tiene el pacto infame de Carlos Rúa, gobernador regional, y Yuri Gutiérrez, alcalde de Huamanga, con la organización política de WariLlaqta. Casualmente, Marisol Vila Sosa, funcionaria de la Unidad de Abastecimiento de la comuna huamanguina, es hermana de la candidata a la Vice gobernación de Ayacucho por WariLlaqta. A su vez, Guelhy Barzola Prado, funcionaria de la Unidad de Relaciones Públicas e Imagen Institucional de la Municipalidad Provincial de Huamanga, fue asesora de Wilfredo Oscorima el año 2017. No sería extraño, entonces, el respaldo político y logístico de la gestión de Yuri Gutiérrez en favor de Luis Ledesma.
Pero hay más: en el debate organizado por el Colegio de Ingenieros de Ayacucho, cónclave en el que Luis Ledesma perdió los papeles cuando uno de sus contrincantes hizo alusión a una supuesta relación extramatrimonial del candidato, se presentó como miembro del equipo técnico de Wari Llaqta al Sr. Orlando Pérez García Blázquez, hermano de la vocal superior Tatiana Pérez García Blázquez, y quien fue Director de la Oficina de Administración y Finanzas designado por el actual alcalde Yuri Gutiérrez, y Director de la Oficina de Recursos Humanos del gobierno regional, designado en el año 2017 por el entonces gobernador Wilfredo Oscorima Núñez.
En torno al apoyo de Carlos Rúa, es necesario mencionar que hay una denuncia ciudadana en el Jurado Electoral Especial de Huamanga, a través del cual se indica que el candidato Wilfredo Oscorima ha colocado propaganda electoral en bienes de propiedad estatal, específicamente en estructuras que corresponden a carteles de obra por los que el gobierno regional ha pagado. Al mismo tiempo, no debemos olvidar la promesa que hizo Carlos Rúa respecto a una auditoría general a la gestión de Oscorima, promesa incumplida por cierto y que invita a pensar que Rúa estaría jugando en pared con Oscorima, esperanzado en que un eventual mandato de éste garantizaría que la gestión regional 2019-2022 no sea fiscalizada, auditada, o denunciada, debido a presuntos actos de corrupción por los que Rúa y su equipo de gestión deben responder ante las autoridades competentes a partir de enero 2023.
A la luz de lo antes expuesto, hay razones por demás fundadas para sostener la hipótesis de los tres pactos infames que acechan la gobernabilidad de Ayacucho. Tan infames son dichos pactos, como lo sería el hecho de que, en pleno bicentenario de Ayacucho, la Municipalidad de Huamanga sea gobernada, paradójicamente, por un ciudadano nacido en el departamento de Pasco.