Escribe: Pedro Galván
Pedro_Galvan@revista-libertad.com
Entre los puntos que más me ha impresionado del Presidente de la Republica, Pedro Castillo, en su mensaje a la nación, el 28 de julio, ha sido su esclarecida interpretación de la realidad peruana, desde la izquierda, y su sentimiento anticolonial. Castillo dijo en la cara pelada del Rey de España, que el entonces imperio español había conquistado el Tahuantinsuyo, y que, vencido los incas, se inició la era colonial. Y aun cuando conseguimos la independencia e instauramos la república, los peruanos no conseguimos la libertad ni la democracia, en la medida en que supervivió en ella el gamonalismo, el latifundismo y la servidumbre, contrarios al liberalismo y la democracia. La dictadura de Fujimori en los 90 agravó esta situación.
Señaló que los anteriores gobiernos habían prometido en campaña electoral atender los reclamos de sus votantes, pero una vez que accedieron al poder, los defraudaron. Pero esta vez el pueblo votó por Castillo y siente que éste no lo defraudará. “Esta vez, un gobierno del pueblo-dice Castillo-ha llegado para gobernar con el pueblo y para el pueblo”
Lo que más me emocionó de alegría fue la conciencia de clase social del Presidente, cuando dijo: “Es la primera vez que nuestro país será gobernado por un campesino, una persona que pertenece como mucho de los peruanos, a los sectores oprimidos por tantos siglos; también es la primera vez que un partido político formado en el interior del país gana las elecciones democráticamente, y un maestro, más precisamente, un maestro rural, es elegido para ser presidente constitucional de la república…Quiero que sepan que el orgullo y el dolor del Perú Profundo corren por mis venas…que la historia de este Perú tanto tiempo silenciado es también mi historia”.

Me emocionó mucho también la esperanza que inspiraba en el pueblo: su anuncio de instaurar un sistema de salud universal, unificado, gratuito, descentralizado y participativo. El Presidente decía que la salud será un derecho fundamental y no un privilegio como ahora; que el ingreso a las universidades será libre y gratuito. Y que la Asamblea Constituyente sea una antesala para elaborar una nueva Constitución Política y anular la falsa Constitución fujimorista, producto de la dictadura, para instaurar un modelo económico más humano y más democrático.
Después de 200 años de opresión colonial, incluido el modelo neoliberal inhumano, impuesto por la dictadura de Alberto Fujimori, que ha sido una tortura para el pueblo peruano, éste ha despertado y se ha sublevado en las urnas votando por el profesor-campesino chotano, Pedro Castillo, en el momento menos pensado y cuando habíamos perdido la esperanza en ese despertar e indignación contra el despotismo. Como decía el canta-autor venezolano Alí Primera, en su canción, no hay que desconfiar del pueblo, hay que tener fe en él. “El pueblo es sabio y paciente-canta Alí Primera-, es el decir de los viejos, que, al cantar de guacharaca, saben calcular el tiempo”. El pueblo sabe calcular el tiempo para sublevarse.
Ese pueblo sabio y paciente, siente que con Castillo volvió Bolívar y Túpac Amaru para liberar a su pueblo, esta vez, de los nuevos colonizadores, del imperialismo yanqui; para hacer la segunda independencia, porque la primera ha sido falsa. Siente que ha llegado la hora de defender la patria, la democracia y la libertad. Y es ahora o nunca.
En esos 200 años se pisotearon derechos y libertades de millones de peruanos, plebeyos, trabajadores esclavizados, oprimidos, en que las castas inhumanas, los grupos de poder corruptos, las oligarquías vampíricas, los grupos dominantes, han venido empobreciendo a los peruanos despojándolos de sus recursos que han controlado y saqueado. Y se han enriquecido entre sí y los extranjeros sin compartir esa riqueza con la mayoría de peruanos a la que condenaron a la pobreza y la miseria. Somos una republiqueta esparraguera.
Recuerdo que hace años Lima ha sido adversaria de las regiones, de los candidatos progresistas, izquierdistas y nacionalistas; siempre decidía presidentes de derecha. Y es que Lima fue invariablemente conservadora y un esclavo que amaba sus cadenas y se arrodillaba a España, en la medida en que, como decía José Carlos Mariátegui, Lima fue la tienda del conquistador español y la sede del virreinato. Por ello, Lima tiene esas taras del siervo del virreinato español, y durante la República aristocrática y “democrática” ha terminado por exaltar al imperio norteamericano. Ahora es la tienda y sede del imperio estadounidense.
Las regiones no habían podido vencer a Lima en primera vuelta. Ningún partido de izquierda provinciano había logrado unir a las regiones para vencer a Lima, cuya voz no tenía incidencia nacional, sólo alcanzaba a algunas regiones del Perú. Los candidatos de los ricos ganaban con fraude en mesa, cuando había un candidato que planteaba justicia social, bienestar y libertad para las mayorías, como mejorar la salud, la educación y los salarios, porque ponía en peligro los intereses de la burguesía nacional e internacional.
Sin embargo, la pandemia traería la situación revolucionaria al Perú, lo que ha causado la rebelión de las masas, de los parias, en las urnas contra la derecha corrupta, y se dio por dos condiciones: En cuanto a la condición objetiva, la extrema pobreza de casi toda la población peruana, que había sido causada por el modelo neoliberal y la pandemia, ha hecho bien su trabajo. Y en cuanto a las condiciones subjetivas, el espíritu o doctrina de izquierda de Perú Libre que se introdujo en el cerebro y el corazón de esa población empobrecida, terminó por configurar esa situación revolucionaria pacífica.
Por ello, el pueblo, las clases marginadas, las clases subalternas y plebeyas, al fin han despertado y entendido que debían elegir a su verdadero representante, a una persona de su propia clase social y etnia andinas, cansados de elegir a corruptos políticos criollos de Lima que los empobreció y mató.

Por primera vez, después de 200 años, la izquierda democrática provinciana, a través del partido Perú Libre, liderado por un provinciano (huancaíno), el médico cirujano, Dr. Vladimir Cerrón Rojas, un intelectual orgánico, ha conseguido vencer a la derecha en las elecciones y tomar el poder, cuya voz provinciana desbordó las regiones y se expandió a nivel nacional. Perú Libre ha logrado articular a todas las regiones enfurecidas y migrantes de los conos de Lima; conseguido unir a todas las clases oprimidas, empobrecidas del país por el modelo neoliberal y la pandemia. E hizo la proeza de triunfar sobre la derecha limeña, ganando las elecciones. Este era el sueño de J.C. Mariátegui que no había podido concretar; pero Cerrón, Castillo y el pueblo, consiguieron realizarlo, menos los caviares de la izquierda limeña.
Para ese objetivo, Cerrón Rojas, proscrito de la política por la derecha, invitó y convenció al entonces sindicalista de los trabajadores en la Educación, Pedro Castillo, para ser militante de Perú Libre y candidato a la presidencia del Perú. Castillo y Cerrón tomaron conciencia de que no había sido casi posible conquistar las reivindicaciones de los maestros -reprimidos espantosamente en las calles por la derecha, por reclamar sus derechos-, únicamente a través del sindicato del SUTEP o la lucha económica-, sino también mediante la lucha política dirigida por un Partido como Perú Libre.
Por ello, el sindicalista tomó la decisión de militar en ese Partido de vanguardia-dotado de un nuevo espíritu, que dirigiera y representara al pueblo y al que organizara a través de sus sindicatos-, para conseguir no sólo las reivindicaciones de los maestros, sino además las libertades y la justicia social del pueblo peruano en general. No obstante, un sector de los dirigentes sindicalistas del SUTEP aún tienen la idea derechista de la independencia sindical, unos por ingenuidad y otros por oportunismo.
En el Foro Sindical: El papel de las organizaciones populares en los cambios políticos, económicos y sociales en América Latina, organizado por los maestros de FENATE (un sector más consiente y expiado del SUTEP), en el Perú, Evo Morales, ex dirigente cocalero y ex Presidente de Bolivia, dijo que los trabajadores, los dirigentes sindicales, gremiales, barriales, también debían participar en la política. Según el ex Presidente, la doctrina norteamericana había impuesto a los trabajadores y sindicalistas la ideología de la llamada independencia sindical, independencia política e ideológica para privarles de la política. Es decir, los grupos de poder les prohibían a los dirigentes de izquierda, de los sindicatos y gremios, tener un partido político; les privaban de una dirección. Eso explica la proscripción de la política no sólo de los dirigentes gremiales campesinos como Walter Aduviri de Puno, sino también de líderes como Cerrón de Huancayo y Santos de Cajamarca.
Cuando eso pasó en Bolivia, el movimiento campesino originario, liderado por Morales, se rebeló en las calles, de la cual surgió el Partido del Movimiento al Socialismo (MAS) que llevó al dirigente cocalero de Chapare a la presidencia de Bolivia para liberar a su pueblo. Dijo además que la liberación del pueblo respecto del imperialismo y de la derecha autoritaria, no debe ser solamente social, cultural, política o ideológica”, sino también debe estar acompañada de “una liberación económica” (Fuente: Diario La República).
De ahí que, a primera vista, ante la crisis de los partidos, sindicatos y gremios, al Perú le ha nacido silenciosamente un genuino Partido de izquierda, Perú Libre, y un sindicato de los maestros, FENATEP -que ha sustituido al SUTEP que no tiene legitimidad-, auténticamente nuevos. Perú Libre es por ahora el único Partido con una teoría, praxis y escuela política, de los trabajadores, de los sindicalistas de la ciudad y los gremialistas del campo. En un encuentro de juventudes en la Escuela Política de Perú Libre, Guido Bellido, secretario General de Cusco, antes de ser Premier, dijo: “Necesitamos profundizar la formación política e ideológica de nuestros jóvenes” Dijo además que la juventud debía avanzar en la organización del Partido (Perú), en la práctica política con las organizaciones sociales. “Todos ustedes y nosotros- agregaba-debemos estar en el corazón de nuestro pueblo. Supongo que aquí hay presidentes de clubes de madres, de productores (agricultores), de frentes de defensa, de APAFAS, comerciantes, sindicatos, maestros. Allí está el verdadero poder”.
Fuerza Popular, una organización criminal, encabezada por Keiko Fujimori, como lo demostró el Fiscal José Domingo Pérez, se empeñó en perpetrar el fraude en el JNE, intentando comprar o sobornar a los miembros de este Organismo electoral con un millón de soles a cada uno, asesorado por Vladimiro Montesinos-siniestro ex asesor de inteligencia del dictador Alberto Fujimori-, para torcer la voluntad popular, como lo demuestran los audios de Montesinos.
Pero el pueblo (los parias, los marginados) resguardó su voto movilizado en las calles, organizado en sus gremios, bajo la dirección de Perú Libre, cuyos personeros inexpugnables bregaron espontánea y místicamente para evitar el fraude por parte de Fuerza Popular.

Después del triunfo de Perú Libre sobre la derecha, la lucha de este Partido continúa ante la amenaza de golpe de Estado por la ultraderecha y el inminente secuestro del Presidente Castillo por la otra fracción de la derecha. La derecha limeña de taras gamonalistas y oligárquicas pretende someter a Castillo como lo hizo con los ex presidentes Alejandro Toledo, Alan García, Pedro Pablo Kuczinski, Vizcarra a quienes corrompió. Como lo hizo también con el pusilánime y caín del Perú, ex presidente Ollanta Humala- dueño del falso Partido Nacionalista-, quien abandonó su programa de la Gran Transformación por el que habían votado millones de peruanos pobres, y lo cambió con su Hoja de Ruta, impuesta por la CONFIEP.
Lo primero que hizo Humala Taso fue reunirse con la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (CONFIEP) y la Casa Blanca, menos con los sindicatos de trabajadores y mucho menos con los gremios de campesinos que habían votado por él. Humala es muy famoso por el apodo de cosito que se ganó, porque él no gobernaba el país, sino su mujer, Nadine Heredia, de orientación derechista. Peor aún, era también el cosito de la CONFIEP. Después de aquella reunión con los empresarios mercantilistas, corrompidos, y luego de sacudirse sin escrúpulos de sus partidarios y sus electores, nombró a su gabinete con sus premieres y ministros-a lo largo de su gobierno- a imagen y semejanza de la CONFIEP, y del agrado y confianza de los banqueros y empresarios mineros corrompidos. Por ejemplo, nombró como Premier a René Cornejo quien había sido Director de Proinversión, vinculado a las grandes empresas nacionales y multinacionales.
Asimismo, Humala nombró como Ministro de Economía y Finanzas a Alonso Segura quien fue formado en Economía en EEUU y trabajó en bancos norteamericanos así como en el área de negocios de la Corporación Financiera de Desarrollo (COFIDE), y luego ejerció el cargo de gerente de Estudios Económicos del Banco Wiese-Sudameris de los Wiese, y del Banco de Crédito, de Dionisio Romero. Fue también asesor del Fondo Monetario Internacional.
Eso no es todo, cosito nombró además como Ministro de Educación a Jaime Saavedra Chanduví, por órdenes de la CONFIEP. Saavedra Chanduvi ha sido Director Global de Educación del Banco Mundial. Fue formado académicamente como economista en el pensamiento neoliberal primero en la Pontificia Universidad Católica del Perú y luego en la Universidad de Columbia, en Nueva York. Asimismo, fue consultor e investigador para el Banco Mundial, para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL); funcionario del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Actualmente es burócrata del Banco Mundial.
El falso nacionalista impostor igualmente nombró a Aníbal Velásquez Valdivia como Ministro de Salud. Velásquez fue funcionario del corrupto gobierno aprista de Alan García, en que se desempeñó como Jefe del Instituto Nacional de Salud y Director General de Seguimiento y Evaluación en el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social del Perú (Midis). Además, ha trabajado para organizaciones privadas e instituciones de cooperación internacional como la OMS, la Unión Europea, el Swiss Tropical and Public Health Institute, entre otras organizaciones extranjeras fachadas del imperio.
Luis Ginocchio Balcázar fue también designado por Humala, Heredia y la CONFIEP como Ministro de Agricultura. Ginocchio Balcázar trabajó para organizaciones internacionales vinculadas a grandes empresas nacionales y transnacionales de los Estados Unidos y la Unión Europea. Entre el 2008 y 2009 dirigió el equipo que diseñó el Programa de Compensaciones para la Competitividad (PCC), con participación del Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Economía y Finanzas y el Banco Interamericano de Desarrollo. También ha sido asesor del Programa de Desarrollo Rural Sostenible de la Cooperación Alemana (GIZ). En el sector privado, ha laborado como gerente general de industrias de alimentos, envases y farmacéuticas.
Asimismo, antes de ser Ministro había sido asesor del Programa de Desarrollo Rural Sostenible de la Cooperación Alemana (GIZ). En el sector privado, ha laborado como gerente general de industrias de alimentos, envases y farmacéuticas. Siempre ligado a los grupos de poder.
De modo que estos ministros que formaron el gabinete del gobierno de Humala, no eran más que intermediarios o instrumentos o representantes de los monopolios: los testaferros o prestanombres de los grupos de poder mafiosos a saber: Dionisio Romero, dueño de Alicorp; Rodriguez Banda, dueño de Leche Gloria, Roque Benavidez, dueño de la compañía minera Buenaventura, los mandamases de Repsol, los dueños de la gran prensa monopólica, sigue la lista.
En cambio, el gabinete de ministros de Castillo es diametralmente opuesto al entonces gabinete de Ollanta Humala. Es un gabinete del pueblo. «Nuestro gabinete-dice el Presidente Pedro Castillo- es del pueblo, se debe al pueblo y va hacia él. No defraudaremos su confianza». Casi todos los ministros son provincianos, de origen campesino y no representan a las grandes empresas nacionales ni internacionales ni a sus organismos internacionales ni han sido propuestos por éstas.
El Premier y los ministros han sido propuestos por las organizaciones sociales, sindicatos de trabajadores, gremios campesinos y organizaciones sociales del Perú, liderados por el Partido y sus dirigentes. Por ejemplo, el Premier del Presidente Pedro Castillo es Guido Bellido quien ha sido dirigente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco; Secretario General de Perú Libre de esa región. Es ingeniero y político de izquierda, natural de Chumbivilcas, en Cusco. En tanto que el Ministro de Desarrollo Agrario es Víctor Mayta Frisancho, natural de Paruro (Cusco). Fue dirigente gremial, o más bien, Presidente de Consejo Directivo Nacional de la Confederación Nacional Agraria (CNA). El Ministro de Trabajo y Promoción del Empleo, Iver Maraví Olarte, es ayacuchano. Fue también dirigente del Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (SUTEP). Al mismo tiempo es profesor y abogado.
La Ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Dina Boluarte Zegarra, es abogada que reside en Lima, pero es natural de Apurímac, del distrito de Chalhuanca. El Ministro de Cultura Ciro Gálvez Herrera, es un quechua hablante, abogado, natural de Huancavelica, en Surcubamba. El Ministro de Educación es el laureado docente a nivel mundial Juan Cadillo, natural de Ancash.
El Ministro de la Producción, Iván Quispe Apaza, es un puneño nacido en el pueblo de Chacas. Es ingeniero económico y político. El Ministro de Energía y Minas, Iván Merino Aguirre, es natural de Huancayo. El Ministro de Comercio Exterior y Turismo, Roberto Sánchez Palomino, es natural de Huaral; es psicólogo y político.
El Ministro de Justicia, Aníbal Torres, es natural de Chota, Cajamarca. Es doctor en Derecho y Ciencias Políticas. El Ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Béjar Rivera, es un sociólogo de izquierda, escritor y catedrático, natural de Huarochirí. Ninguno de los ministros ha trabajado para grandes empresas nacionales ni internacionales ni para organismos internacionales del Imperio como el Banco Mundial y el FMI ni las ONG gringas, etc. Sólo el Ministro de Economía y la Ministra de la Mujer son de Lima, y el Ministro de Salud, de Piura.
De modo que los ministros constituyen el gabinete del pueblo, no es un gabinete de los grupos oligárquicos, que representa a estos grupos. Es un gabinete que se propone con sus actos democráticos llevar a cabo una nueva Constitución, la recuperación de nuestras empresas estratégicas que están en manos extranjeras. Está decidido a garantizar el aumento de presupuesto para Educación y Salud, etc.; está resuelto a asegurar el sistema universal de salud, el incremento de sueldos; asegurar los derechos para los trabajadores eliminando la flexibilización laboral; resuelto a bajar el precio del gas, eliminar los contratos ley, etc.
Por eso, la derecha, la ultraderecha y los caviares, se han unido en algunos puntos y han rechazado el gabinete, y pretenden hacer de Castillo lo mismo que hicieron con Humala: humalizar su gabinete bajo el pretexto de la ineptitud de los ministros, de que no tienen autoridad moral para ocupar esos cargos. En un evento partidario, el congresista Jaime Quito Sarmiento, secretario General de Perú Libre de Arequipa, arenga a los militantes de ese Partido, a este respecto. “Son tres poderes que no quieren ningún cambio, no quieren modificar nada, el poder mediático quiere doblegar el esfuerzo histórico (la victoria) que ha tenido nuestro pueblo, quieren mantener el statu quo, nos quieren decir a nosotros qué es lo que tenemos que hacer”.
El propósito de estos grupos de poder a saber: el poder mediático, el poder de los banqueros, etc. es llevar a la cárcel al Secretario General de Perú Libre Vladimir Cerrón y al Premier Guido Bellido, entre otros cuadros esclarecidos del pueblo como Guillermo Bermejo, a través de fiscales sicarios sobornados por esos grupos, para quebrar la unidad del pueblo con sus sindicatos y el Partido; dejar a Castillo sin una base popular que se movilice en las calles contra la derecha golpista, y tener franqueado el camino con el propósito de designar a sus representantes, formados en Estados Unidos, que son-repito- funcionarios felipillos y entreguistas, que trabajan para las grandes empresas monopólicas del Perú que no pagan impuestos y para el Banco Mundial y el FMI. Y conseguir así secuestrar al Presidente de la República, y desairar una vez más al pueblo, para que nada cambie manteniendo el modelo neoliberal esclavista y que siga campeando la corrupción, el crimen, la pobreza y la miseria del país. Pretenden desviar a Castillo del programa mínimo y máximo del Partido del pueblo (Perú Libre).
Pero el Pueblo, los marginados, los oprimidos, organizados en ese Partido, en sus líderes como Pedro Castillo, Vladimir Cerrón, Guido Bellido, etc, aplastarán esa amenaza de golpe fujimotesinista, no lo permitirán. El pueblo no es tonto, ya despertó, está organizándose en sus gremios, en sus sindicatos; no será fácil arrebatarle sus demandas, sus derechos y libertades por los que ha votado. Habrá una furia provinciana, si le privan de su libertad a sus líderes como Cerrón y Bellido, etc.
En un encuentro del Partido Perú Libre, Cerrón Rojas dijo a este respecto: “Si el gobierno dice vamos a pelear por una Asamblea Plurinacional Constituyente, y necesitamos ir a un referéndum, es el partido (el) que tiene que conseguir las firmas. Si el gobierno está amenazado, compatriotas, es el Partido el que tiene que organizar la resistencia. Y si el gobierno se desvía, camaradas, es el partido el que tiene que rectificar la línea”.
Como advierte Cerrón, en una entrevista con el medio digital Sudaca, muchos caviares que flanquean al Presidente de la República le han sugerido traicionar al pueblo al plantearle que abandone la propuesta de una Asamblea Constituyente para nueva Constitución. Y agrega que, si Castillo lo hace, se caviarizaría. Y si no cumple con sus promesas de renegociar los contratos lesivos para el país, con las empresas monopólicas, Castillo se humalizaría. “Si es que Castillo no llama a renegociar los contratos que consideramos lesivos para el Estado-declara Cerrón-, irá en ese camino de ‘humalización’. Si es que Castillo no toma el control de los principales recursos naturales, que no necesariamente significa nacionalización o estatización, el pueblo se sentirá engañado una vez más. El partido, tras una crítica, tiene que estar vigilante. Cualquier fracaso o triunfo de Castillo va sobre las espaldas del partido” (Fuente: medio digital Sudaca).
Además, dijo que la revolución pacífica no se hará con el parlamento oficial, sino con el parlamento extraoficial, con las calles, con las organizaciones del pueblo. Esta es la razón por la cual la derecha lo odia y pretende encarcelarlo, pero el pueblo lo estima.